¿qué sucedería si aquella luz en la que confiamos
aquella luz que nos guía, tan tenue y menguada,
un día decide apagarse, esfumarse, desvanecerse?
de nada nos serviría el don de la vista,
sin poder percatarnos de los peligros que nos acechan
sin poder contemplar lo bello del día a día
sin luz.. solo con oscuridad..
caminar hacia nuestro fin sería un suplicio sin ese centelleo de alegría,
ese faro que nos muestra el camino, nos acompaña y anima,
ese resplandor que debiera ser eterno...
no debiéramos consentir que nuestra fuente de felicidad desapareciera
pues ciegos seríamos en el mundo sin la luz del amor.